Camino al Monte Raikou; búsqueda de Nekomata
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Camino al Monte Raikou; búsqueda de Nekomata
Casi sin comentarle el asunto al Mizukage, me mantuve en silencio e incorporé en una misión que iba más allá de las líneas de rango. ¿Mi propósito? No lo sabía, pero además de escapar de los asuntos ajenos que se encontraban dentro del lugar, incorporarme en la tierra de Kumogakure era una nueva hazaña, ¿Hace cuanto tiempo no iba allá? Un par de misiones atrás tal vez recuerde un par de lugares, pero que fueron más que nada de paso, jamás me adentré de alguna forma que fuese provechosa.
Tomé mi bolso, lo amarré a mi cintura ajustándolo a un costado mientras que al otro se encontraba mi bandana de Kirigakure. Recorrí un par de sitios de Kumogakure, compré armas, objetos que tal vez serían de ayuda y recorrí los montes, mi paso comenzó desde la planta baja de lo que sería una enorme montaña, que podría estar lleno de cualquier tipo de problema…
Tomé mi bolso, lo amarré a mi cintura ajustándolo a un costado mientras que al otro se encontraba mi bandana de Kirigakure. Recorrí un par de sitios de Kumogakure, compré armas, objetos que tal vez serían de ayuda y recorrí los montes, mi paso comenzó desde la planta baja de lo que sería una enorme montaña, que podría estar lleno de cualquier tipo de problema…
Última edición por Boulanger Saeko el Dom Ene 30, 2011 4:45 pm, editado 2 veces
Re: Camino al Monte Raikou; búsqueda de Nekomata
En las montañas, las nubes eran más densas, más frías; una hilera de viento congelante calaba mis huesos y me hacía obligar acelerar el paso para que así mi cuerpo no se entumeciera debido a la temperatura y evitara rápidas reacciones a cualquier tipo de obstáculo que pudiese encontrar en aquél lugar. Más aun al ser alguien de otra aldea, incluso anbus podrían merodear por ahí y evitar que mi camino fuese sencillo y sin problemas, los problemas de naciones siempre existirían hubieran tiempos de guerra o no, explorar una aldea no correspondiente a la de uno terminaría siendo problemático sí o sí.
El monte era enorme, gigantesco, a penas y podía ver la cima que era cubierta por ese manto de nubes blancas que entorpecían la visibilidad al mirar el cielo, como si la montaña fuese cortada en una altura limitada. Alrededor de este había un par de vegetación, amplia en lo que debiese ser para una aldea como Kumogakure, el sector más que nada se centraba en ambientes rocosos y una que otra cueva en distintos sectores. Al avanzar unos cuantos kilómetros más, logré notar un par de casas construidas en la subida y alejadas unas de otra, éstas presentaban un diseño chino, con techos con forma de triángulos, según había leído; una de las principales características de la aldea.
Mis pasos continuaron sigilosos, a una velocidad que podía catalogar como normal, ni muy rápidos ni muy lentos, analizando el alrededor como si fuese una turista cualquiera, que por primera vez pisaba tierra en el país del rayo. Pude encontrarme con la primera casa, un anciano se encontraba fuera observando el paisaje que desde ese lugar se observaba, caminé hacia él y poco pude alcanzarlo antes que algo me detuviese.
-¡Aléjese! ¡Ninja de la niebla! – exclamó una voz pequeña, aguda y suave. Bajé mi rostro y un niño con una espada entre sus manos me amenazaba con total concentración y determinación. ¿Tendría unos nueve años?
-Tranquilo, niño, no soy enemigo en lo absoluto. – repliqué observándole con cierta gracia, casi ignorándole y pasando de su lado para continuar.
El monte era enorme, gigantesco, a penas y podía ver la cima que era cubierta por ese manto de nubes blancas que entorpecían la visibilidad al mirar el cielo, como si la montaña fuese cortada en una altura limitada. Alrededor de este había un par de vegetación, amplia en lo que debiese ser para una aldea como Kumogakure, el sector más que nada se centraba en ambientes rocosos y una que otra cueva en distintos sectores. Al avanzar unos cuantos kilómetros más, logré notar un par de casas construidas en la subida y alejadas unas de otra, éstas presentaban un diseño chino, con techos con forma de triángulos, según había leído; una de las principales características de la aldea.
Mis pasos continuaron sigilosos, a una velocidad que podía catalogar como normal, ni muy rápidos ni muy lentos, analizando el alrededor como si fuese una turista cualquiera, que por primera vez pisaba tierra en el país del rayo. Pude encontrarme con la primera casa, un anciano se encontraba fuera observando el paisaje que desde ese lugar se observaba, caminé hacia él y poco pude alcanzarlo antes que algo me detuviese.
-¡Aléjese! ¡Ninja de la niebla! – exclamó una voz pequeña, aguda y suave. Bajé mi rostro y un niño con una espada entre sus manos me amenazaba con total concentración y determinación. ¿Tendría unos nueve años?
-Tranquilo, niño, no soy enemigo en lo absoluto. – repliqué observándole con cierta gracia, casi ignorándole y pasando de su lado para continuar.
Re: Camino al Monte Raikou; búsqueda de Nekomata
visualiza la montaña desde lo lejos tras varias horas de caminata el monte raikou...recuerdo a mi hermano mencionar algo sobre el, definitivamente es el lugar indicado shizuki comenzó su camino en su dirección, incluso recordaba haberlo visto áun más de cerca, no podía recordar la existencia de construcción alguna cerca del lugar así que se sorprendió bastante al divisar una escena entre la niebla, se acerco sigilosa, y pudo observar a una kunoichi extranjera retomar camino anté alguna especie de encuentro, dirige la mirada hacia el horizonte en dirección aparente hacia la que la ninja se dirigía monte...raiku? decide seguirla con deje de sigilio desde una distancia prudente para comprobar las sospechas de que se dirigía en su misma dirección
Suika Shizuki- Estudiante
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Re: Camino al Monte Raikou; búsqueda de Nekomata
Mis pasos avanzaron hasta aquel anciano que de seguro le explicaría más o menos que ha sido de la vida de Kumo en todo este tiempo, después de todo, ella se encontraba completamente desactualizada con todo lo referente a esa aldea, y conocer un poco no le haría mal en lo absoluto. A penas y dio un par de pasos, a su espalda sintió un aire de movimiento el cual alcanzó a captar para voltearse y lanzar unos cuantos senbons en dirección a quien le molestaba: El niño. Aquellas agujas sólo lograron rasgarle parte de su ropa y hacerle un leve corte en una de sus mejillas.
-Detente, el sólo intenta protegerme. – Dijo de pronto el anciano con una voz áspera y gastada, sin embargo, amable. Era un viejo de tal vez unos ochenta años, de estatura mediana, pelo blanquecino y cejas abundantes, las cuales a penas y dejaban notar sus ojos. La peliblanca volteó con actitud exasperada, aquella expresión fue retirada al instante con un pesado suspiro, lo que le hizo bajar la guarda y seguir.
-Buenos días, señor, mi nombre es Boulanger Saeko. – Añadió la mujer acercándose y disculpándose con una ligera reverencia, para así volver a erguirse y dirigir nuevas palabras: -Había escuchado que este lugar de Kumogakure estaba más poblado que antes y no me mintieron… - Proseguí observando el alrededor, o al menos, lo que las nubes me permitían divisar. -¿Cuántas historias recorren este lugar?
-¿Acaso debo dar esa información a una mujer de otra aldea y que además acaba de dañar a un pobre niño? – respondió casi en tono de gracia, cruzando sus manos en su regazo y observando al niño quien avanzó hasta llegar a su costado, éste se limitaba a limpiar sus raspones.
Saeko suspiró.
-Detente, el sólo intenta protegerme. – Dijo de pronto el anciano con una voz áspera y gastada, sin embargo, amable. Era un viejo de tal vez unos ochenta años, de estatura mediana, pelo blanquecino y cejas abundantes, las cuales a penas y dejaban notar sus ojos. La peliblanca volteó con actitud exasperada, aquella expresión fue retirada al instante con un pesado suspiro, lo que le hizo bajar la guarda y seguir.
-Buenos días, señor, mi nombre es Boulanger Saeko. – Añadió la mujer acercándose y disculpándose con una ligera reverencia, para así volver a erguirse y dirigir nuevas palabras: -Había escuchado que este lugar de Kumogakure estaba más poblado que antes y no me mintieron… - Proseguí observando el alrededor, o al menos, lo que las nubes me permitían divisar. -¿Cuántas historias recorren este lugar?
-¿Acaso debo dar esa información a una mujer de otra aldea y que además acaba de dañar a un pobre niño? – respondió casi en tono de gracia, cruzando sus manos en su regazo y observando al niño quien avanzó hasta llegar a su costado, éste se limitaba a limpiar sus raspones.
Saeko suspiró.
Re: Camino al Monte Raikou; búsqueda de Nekomata
se sobresalta un poco al percibir su reacción en respuesta al niño y se mantiene oculta detrás de lo que venía siendo una especie de almacen, apoyada sobre su espalda y mirando de reojo la escena [cual será su interés en kumo? ] al escuchar el último comentario del anciano se sorprende bastante al escuchar la voz familiar a lo cual sale de su escondite sin decir palabra alguna, caminando en dirección al anciano y deteniendose frente a este
Suika Shizuki- Estudiante
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Fecha de inscripción : 22/12/2010
Re: Camino al Monte Raikou; búsqueda de Nekomata
Casi tenía seguridad completa en que sus dudas jamás se solucionarían, en cualquier tiempo, todo el mundo desconfiaría de algún aldeano de un lugar distinto, si ella estuviese en su pellejo, haría prácticamente lo mismo… es más, de seguro actuaría de forma más arisca. Se cruzó de brazos adoptando comodidad mientras se mantenía en pie con una expresión meditabunda en su rostro.
-Mire…- Se interrumpió a si misma dejando sus palabras inconclusas una vez que escuchó un ruido en uno de sus lados. Unos pasos se acercaban con sigilo y completa seguridad ignorando por completo la escena y deteniéndose de repente delante del anciano. Era una muchacha de cabellera larga y oscura, junto con una estatura promedio. Se mantuvo en silencio, sin interrumpir, manteniendo cierta distancia y procurando omitir impertinencia.
-¿Qué ocurre, niña? – agrega el anciano con un particular tono de voz. Por su parte, el niño menor se mantenía también enmudecido, dando un pequeño bufido de vez en cuando, cuando su mirada se redirigía a la albina.
-Mire…- Se interrumpió a si misma dejando sus palabras inconclusas una vez que escuchó un ruido en uno de sus lados. Unos pasos se acercaban con sigilo y completa seguridad ignorando por completo la escena y deteniéndose de repente delante del anciano. Era una muchacha de cabellera larga y oscura, junto con una estatura promedio. Se mantuvo en silencio, sin interrumpir, manteniendo cierta distancia y procurando omitir impertinencia.
-¿Qué ocurre, niña? – agrega el anciano con un particular tono de voz. Por su parte, el niño menor se mantenía también enmudecido, dando un pequeño bufido de vez en cuando, cuando su mirada se redirigía a la albina.
Re: Camino al Monte Raikou; búsqueda de Nekomata
esboza una sonrisa forzada desvíando la mirada un tanto ofendida y a la vez nostálgica, el anciano claramente no le reconocería mi hermano....Suika Zaraki le conocía, yo.. Creí que usted podría ayudarme, sin embargo...[en que estoy pensando? Una persona así? En que podría ayudarme para mí entrenamiento.. Además, sólo ratoy resultando úna intromisión, debería irme..] le mira detenidamente y suspira no es nada, probablemente me haya confundido de persona, lo lamento, creo que seguiré mi camino dice mirando pérdidamente en dirección a la gran montaña y acto seguido haciendo una reverencia
Suika Shizuki- Estudiante
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Fecha de inscripción : 22/12/2010
Re: Camino al Monte Raikou; búsqueda de Nekomata
El anciano se mantuvo pensativo en un lapso de segundos, recorriendo en su mente algún indicio que recuerde los datos que aquella niña le decía. Entonces, el nombre Suika Zaraki, apareció en su mente, como un recuerdo fugaz pero que de todas formas se centró un gran momento entre sus pensamientos.
-Oh, ya veo… Suika Zaraki era el chico del Shouton. – agregó cuando notó que los pasos de la menor parecían querer irse.- ¡Claro que lo recuerdo! - Entonces se dirigió a la pelinegra con una sonrisa. -¿Eres su hermana? Te pareces muchísimo a él...
Saeko permaneció ahí aún, no se iría sin obtener respuestas a pesar que el momento le incomodó en cierto grado… ¿Qué hacía ella ahí en frente de eso? Siendo que era una historia aparte, parecía un invasor aún, un enemigo y no podía ignorar la irritable mirada del niñito que aun parecía querer abalanzársele encima.
-Disculpen… lamento interrumpir pero… ¿Qué saben acerca de los disturbios del cementerio…? – preguntó sin siquiera estar segura de si cortar su conversación o no, pero el esperar ahí le llevaría todo el día de seguro.
-Oh, ya veo… Suika Zaraki era el chico del Shouton. – agregó cuando notó que los pasos de la menor parecían querer irse.- ¡Claro que lo recuerdo! - Entonces se dirigió a la pelinegra con una sonrisa. -¿Eres su hermana? Te pareces muchísimo a él...
Saeko permaneció ahí aún, no se iría sin obtener respuestas a pesar que el momento le incomodó en cierto grado… ¿Qué hacía ella ahí en frente de eso? Siendo que era una historia aparte, parecía un invasor aún, un enemigo y no podía ignorar la irritable mirada del niñito que aun parecía querer abalanzársele encima.
-Disculpen… lamento interrumpir pero… ¿Qué saben acerca de los disturbios del cementerio…? – preguntó sin siquiera estar segura de si cortar su conversación o no, pero el esperar ahí le llevaría todo el día de seguro.
Re: Camino al Monte Raikou; búsqueda de Nekomata
mira al anciano atentamente, abriendo un poco más los ojos denotando algo de sorpresa, acto seguido asiente con la cabeza zaraki, mi hermano fue asesinado decía bajando la mirada para luego recobrar la fuerza en la mirada una vez el me dijo que si algún día realmente quería convertirme en ninja debía buscarle a usted antes de comenzar mi entrenamiento y entregarle esto
saca un pergamino de funda negra y se lo extiende dirigiendo la mirada a saeko al escuchar su pregunta [así que por eso está aquí..?] retrocede un poco sin apartar su mirada con algo de curiosidad
saca un pergamino de funda negra y se lo extiende dirigiendo la mirada a saeko al escuchar su pregunta [así que por eso está aquí..?] retrocede un poco sin apartar su mirada con algo de curiosidad
Suika Shizuki- Estudiante
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Fecha de inscripción : 22/12/2010
Re: Camino al Monte Raikou; búsqueda de Nekomata
La mirada de la menor se tornó melancólica y bajó su mirada, ensimismada, por unos cuantos minutos. Seguidamente recobró el aliento y la gallardía para así volver la mirada al anciano quien le contemplaba con total hospitalidad. La peliblanca mantuvo silencio en ello, ¿Había hecho bien en interrumpir? Ya que, lo había hecho y terminaría su asunto si más rápido se incorporaba en el tema.
-Oh… ya veo, eso no lo sabía... – repuso el anciano con cierto aire de nostalgia, recordó un par de escenas en que Zaraki estaba presente, viendo la imagen plasmada en aquella chica de cabellos largos, oscuros y lustrosos. Extendió uno de sus brazos y tomó el pergamino entregado por parte de ella y sin abrirlo, se mantuvo pensativo viendo el envoltorio en general. -¿El te dijo eso? Ya veo, este pergamino es… - se interrumpió al escuchar las palabras de la albina, dirigiendo la mirada hacia la cima de monte, recorriendo las nubes y el espesor blanquecino con sus ojos. -¿Cómo te enteraste de eso? –cuestionó volviendo su rostro en una expresión seria.
-Simplemente lo sé, ¿Me dirá o no? No vine a pelear, no vine a discutir ni mucho menos a golpear a un simple niño… sólo quiero saber el por qué de semejante acto. – musitó levantando un poco la voz, haciéndose escuchar. –Le repito… no soy enemigo; quiero saber qué es lo que ocurre con ese suceso tan… enfermo, desquiciado, tan insensible como jugar con el cuerpo de aquellos que ya han dejado este mundo. –Bajó ambos brazos dejándolos a su costado. -¿Me ayudará a integrarme a esto o no?
El anciano, volvió a estar enmudecido.
-Oh… ya veo, eso no lo sabía... – repuso el anciano con cierto aire de nostalgia, recordó un par de escenas en que Zaraki estaba presente, viendo la imagen plasmada en aquella chica de cabellos largos, oscuros y lustrosos. Extendió uno de sus brazos y tomó el pergamino entregado por parte de ella y sin abrirlo, se mantuvo pensativo viendo el envoltorio en general. -¿El te dijo eso? Ya veo, este pergamino es… - se interrumpió al escuchar las palabras de la albina, dirigiendo la mirada hacia la cima de monte, recorriendo las nubes y el espesor blanquecino con sus ojos. -¿Cómo te enteraste de eso? –cuestionó volviendo su rostro en una expresión seria.
-Simplemente lo sé, ¿Me dirá o no? No vine a pelear, no vine a discutir ni mucho menos a golpear a un simple niño… sólo quiero saber el por qué de semejante acto. – musitó levantando un poco la voz, haciéndose escuchar. –Le repito… no soy enemigo; quiero saber qué es lo que ocurre con ese suceso tan… enfermo, desquiciado, tan insensible como jugar con el cuerpo de aquellos que ya han dejado este mundo. –Bajó ambos brazos dejándolos a su costado. -¿Me ayudará a integrarme a esto o no?
El anciano, volvió a estar enmudecido.
Re: Camino al Monte Raikou; búsqueda de Nekomata
dirige una rápida al anciano, más este se interrumpe así que devuelve la mirada a saeko entrecerrando ligeramente los ojos al escucharle mencionar dichos acontecimientos[no creo que algo como eso sea asunto de kirigakure ¿que está pasando?
Suika Shizuki- Estudiante
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Fecha de inscripción : 22/12/2010
Re: Camino al Monte Raikou; búsqueda de Nekomata
Suspiró e hizo una pausa tragando saliva con medianidad, pero ligereza sin habérsele hecho dificultoso el tragar. Meneó su cabeza a penas para dirigir la mirada al anciano que se mantenía en silencio, lapso que careció de cualquier tipo de sonido posible emitido por los cuatro que se encontraban ahí.
-Aun genero desconfianza… Eh. – río casi, como si no tuviera nada más por hacer o decir, pero esto le llevaba más de forma nerviosa, no de sincera gracia. –Mi padre biológico fue enterrado en aquel cementerio, así que, supongo que este tema, sin quererlo, me ha terminado por interesar demasiado. No es que quiera rogarle a nadie, maldita sea, si supiera cómo llegar no estaría perdiendo el tiempo acá.
-Hm…- Los ojos escondidos bajo esas largas y gastadas cejas parecían abrirse de vez en cuando más de lo normal, dejando, al menos notar los orbes marrones del anciano. –Sí, he escuchado sobre el cementerio… y también he visto muchas escenas violentas que ahí han ocurrido… -Suspiró y dio media vuelta, observando el paisaje que se lograba ver desde ahí, las partes que no alcanzaban a ser cubiertas por las nubes. –Dicen que una criatura extraña acecha, una bestia de enorme poder...
Volvió a callar, volteándose y mirándolas a ambas.
-¿Quieres ir? Yo no te puedo llevar… Estoy muy viejo para estas cosas, sólo te podré dar indicaciones – miró a Shizuki. –Ella te puede llevar, ¿No? ¿No tienes problemas con eso verdad?
-Aun genero desconfianza… Eh. – río casi, como si no tuviera nada más por hacer o decir, pero esto le llevaba más de forma nerviosa, no de sincera gracia. –Mi padre biológico fue enterrado en aquel cementerio, así que, supongo que este tema, sin quererlo, me ha terminado por interesar demasiado. No es que quiera rogarle a nadie, maldita sea, si supiera cómo llegar no estaría perdiendo el tiempo acá.
-Hm…- Los ojos escondidos bajo esas largas y gastadas cejas parecían abrirse de vez en cuando más de lo normal, dejando, al menos notar los orbes marrones del anciano. –Sí, he escuchado sobre el cementerio… y también he visto muchas escenas violentas que ahí han ocurrido… -Suspiró y dio media vuelta, observando el paisaje que se lograba ver desde ahí, las partes que no alcanzaban a ser cubiertas por las nubes. –Dicen que una criatura extraña acecha, una bestia de enorme poder...
Volvió a callar, volteándose y mirándolas a ambas.
-¿Quieres ir? Yo no te puedo llevar… Estoy muy viejo para estas cosas, sólo te podré dar indicaciones – miró a Shizuki. –Ella te puede llevar, ¿No? ¿No tienes problemas con eso verdad?
Re: Camino al Monte Raikou; búsqueda de Nekomata
retrocede un paso anodada al escuchar las palabras del anciano deteniendose en seco negando apenas la cabeza pero esa bestia... baja la cabeza y desvía la mirada en un momento de duda, sin embargo levanta la mirada reincorporandose y afirma con la cabeza firmemente iré
Suika Shizuki- Estudiante
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Re: Camino al Monte Raikou; búsqueda de Nekomata
Era curioso como la situación se daba, como la información recorría su mente y como le daban esas ganas de indagar, más y más y recobrar el camino para llegar a su nuevo destino; creyó que nunca sucedería, no esperaba encontrarse con fuentes tan cercanas al meollo del asunto, pero lo hizo, pudo y ahí se encontraba ahora, esperando la forma de volcar el día en la búsqueda de un nuevo animal que le haría cambiar su perspectiva de ver las cosas, quizás, teniendo una nueva experiencia, eso era más que seguro.
La albina siguió a la niña con la mirada y sonrió de forma grácil al ver como ésta aceptaba acompañarla. Meditabunda, claro estaba, como si conociera más que cualquier cosa, más que ella misma. La mirada estaba tan decidida que sentía que podía confiar plenamente en ella.
-Gracias. - añadió entonces, dándole una reverencia al viejo que tan sabiamente ayudó e incorporándose nuevamente a otro camino que seguir. -Sería bueno emprender camino rápido, ¿No es así? - solicitó mientras sus pasos ya avanzaban, no sabía directamente hacia donde ir, así que esperaría a que la menor le siguiera.
La albina siguió a la niña con la mirada y sonrió de forma grácil al ver como ésta aceptaba acompañarla. Meditabunda, claro estaba, como si conociera más que cualquier cosa, más que ella misma. La mirada estaba tan decidida que sentía que podía confiar plenamente en ella.
-Gracias. - añadió entonces, dándole una reverencia al viejo que tan sabiamente ayudó e incorporándose nuevamente a otro camino que seguir. -Sería bueno emprender camino rápido, ¿No es así? - solicitó mientras sus pasos ya avanzaban, no sabía directamente hacia donde ir, así que esperaría a que la menor le siguiera.
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