Biblioteca

Ryoukai llego a la gran Biblioteca de la aldea. Era un lugar amplio, lleno de estanterías con cientos y cientos de pergaminos. Reinaba el silencio, pese a que había una buena cantidad de personas en el sitio, pero todas ellas estaban enfrascadas en sus lecturas o estudios. Estaba distribuida de una forma muy organizada, con veinte hileras de estanterías en cada lado de un pasillo central, el cual cruzaba todo el edificio, naciendo en una entrada y desembocando en otra, en las cuales había además sendas puertas de roble con el símbolo de la aldea como corona. En el centro del pasillo se situaba la Jefa de la Biblioteca, ocupando una gran mesa, que era rodeada por un pequeño muro de piedra a modo de mostrador. Era una mujer anciana, de unos setenta años, cuya tez inspiraba a la vez una gran severidad y contradictoriamente un cierto aire maternal. El Gennin se dirigió hacia ella, diciéndole:

-¡Eys, anciana, quiero hacerte unas preguntas!

La mujer miro al muchacho por encima de las gafas, unas grandes gafas de culo de botella, y con un tono de muchísimo enfado le reprochó:

-Este lugar no es para gamberros ni para gritar y debes dirigirte a mi con el respeto correspondiente.

Ryoukai la miro, un tanto avergonzado por su comportamiento, y eso era extremadamente raro.

-Eh… Lo siento, es que es mi modo de hablar… discúlpeme, Bibliotecaria-sama, ¿Podría responderme a unas preguntas?

-Ese es mi trabajo. Mi nombre es Hizoi Kizami, llámame Hizoi-sama. Dime, ¿Qué deseas saber?

-Uhm, Hizoi-sama, me gustaría saber si hay algo en este lugar que hable sobre un clan llamado “Uchiha”.

La mujer lo miro un tanto sorprendida por la cuestión. Se dirigió hacia fuera del mostrador, yendo hacia una estantería. Le dio después un gran y viejo pergamino al chico y le dijo.

-Bien, esto es todo lo que hay sobre los Uchiha.

-Gra…gracias, Hizoi-sama.

Ryoukai estaba un poco impresionado por la expresión de la mujer. Veía como le miraba, escudriñadole, y eso no le gustaba. Era como si tras decir “Uchiha” la mujer quisiera saber el porque de buscar aquella información. Dejo eso a un lado y se puso a leer el pergamino, sentándose en las largas mesas que había entra cada hilera de estanterías.

Ryoukai estuvo bastante tiempo leyendo aquel pergamino. Pese a su longitud no poseía demasiada información, simplemente repetía una serie de cuestiones varias veces. Saco pocas cosas en claro, salvo tres. Los Uchiha eran unos de los clanes mas poderosos en el mundo Shinobi, poseían al parecer una técnica de línea sucesoria llamada “Sharingan” y eran originarios de la aldea de Konoha. Pese a que eran datos importantes, no decía nada de cómo se usaba aquel Sharingan ni de los miembros que ahora pertenecían al clan.

-Hummm... Esto esta jodido. No tengo la menor idea de que es eso del Sharingan… pone que es un doujutsu, pero mis ojos no parecen especiales… no entiendo nada. Si al menos pudiera conocer a alguien de la hoja…

Dicho esto se levanto, muy deprisa, tanto que asusto a la mujer que tenia al lado y esta emitió un pequeño grito, pero que en el silencio sepulcral de la biblioteca sonó como un gran estruendo. Hizoi-sama le miro de nuevo con gesto de reproche y Ryoukai no tuvo más remedio que disculparse otra vez. Después se sentó y pensó.

-“Ya esta, iré a Konoha a ver si encuentro a alguno de esos Uchiha. Pero no puedo ir ahora mismo, tendría que cruzar un gran trecho y a saber los peligros que me puedo encontrar. Debería aprenderme alguna de las técnicas que hay en el pergamino de mi madre, seguro que me son utiles”

Dicho esto se levanto y salio corriendo hacia el lugar donde entrenaban los ninjas de Kumogakure. Hizoi-sama se dirigió a lugar donde se había sentado Ryoukai, cogiendo el pergamino que antes le había prestado y pensando.

-“Estos chicos de hoy en día, no tienen ninguna educación. Aun así, me pregunto porque buscaba información sobre los Uchiha… ¿Podría ser que en Kumogakure haya uno de ellos?, no creo… ese chiquillo tonto no puede ser un portador del Sharingan”