Aprendiendo las Primeras Técnicas

Un joven, de cabello blanco, largo, ojos anaranjados, notables a larga distancia, caminaba por los pasillos de la academia de Konoha. Este llevaba un atuendo muy cómodo, para poder moverse con facilidad. Su rostro se encontraba semi-cubierto por una tela negra, ocultando desde su nariz hacia abajo. El mismo llevaba atada a su espalda una katana, con un tamaño ni muy largo ni muy pequeño, simplemente se trataba de una medida perfecta para poder moverla con facilidad. En el bolsillo de su pantalón, que se encuentra al costado de su rodilla diestra, porta su kunai, y en el siniestro porta unos cuantos shurikens en caso de necesitarlos.

Kasumimaru Fuuma, era el nombre de este muchacho. Su rostro denotaba una enorme preocupación y nervios, pues si lo estaba. ¿El problema?, estaba llegando tarde a las clases, tan tarde que ya todos sus compañeros comenzaban a retirarle. Algunos se quedaban mirándolo como si este fuese un ridículo, sin noción del tiempo, pero a este poco le importaba, sinceramente lo único que quería hacer era llegar a donde el sensei y pedirle disculpas por su tardanza. Tuvo que caminar un poco más, y girar en un pasillo, encontrándose con la puerta de su salón. Como suponía, allí se encontraba su profesor, ordenando varios documentos, y archivándolos en distintas carpetas, que irían a parar a un archivero que se encontraba en otra sala. Al llegar, se quedó parado en la puerta, al parecer el sensei Yamakusho no se había dado cuenta de su presencia, así que el ninja decidió comenzar el diálogo.

Sensei, lamento no haber acudido a clases hoy...Tuve un problema.

Dijo, con la vista gacha, algo apenado. Esperaba que su profesor no se enojase, y conociéndolo seguro que no lo haría, sino que simplemente lo entendería. Este al oír a Kasumimaru, volteó hacia donde él y se asombró.

Hyuuga, no te había visto. Hizo una breve pausa. No te preocupes por no haber acudido hoy, aunque realmente aprendimos varios conceptos importantes y técnicas nuevas.

El saber que hoy habían aprendido cosas nuevas, fascinó a Kasumimaru, pero antes tenía que pedirle algo a su sensei, algo que le molestó en sus palabras, sobre como lo llamo...Hyuuga.

Por favor, le pido que no me llame por mi apellido. No me gusta Kasumimaru Hyuuga, por eso me hago llamar Kasumimaru Fuuma. No es que desprecie a mi clan, nada que ver, pero es que no me gusta que algunos me traten de más por pertenecer a un clan con cierta importancia. Dijo para pausarse unos momentos, y continuar. ¿No me podría enseñar lo que aprendieron hoy?, es que realmente me entusiasma aprender nuevas técnicas y demás.

Dijo el joven con una sonrisa, aunque claro esta no se veía por la tela que le cubría la boca, pero sus ojos se notaban alegres, así que de esa forma el sensei se daría cuenta de su emoción. Este último sonrió también y tomó una hoja de arriba de su escritorio, para luego acercarse a donde Kasumimaru.

Como verás esto es una hoja, pero sirve para aprender de que naturaleza es tu chakra. Es simple, debes concentrar chakra en ella y si se parte en dos eres viento, si se quema, fuego, si se moja, agua, si se parte en seis, rayo, y si se arruga, tierra. Ahora inténtalo.

Fuuma asintió con la cabeza, y tomó la hoja. Sus párpados se dejaron caer y comenzó a concentrar chakra en la hoja. La verdad que manejar el chakra se le daba muy bien, así que no tuvo dificultad alguna en realizar dicha asignación. La hoja se partió en dos instantáneamente. Esto sorprendió un poco a Kasumimaru, pero luego entendió, y supo de que naturaleza era.

Vaya eres viento, como yo. Eso te servirá para aprender una técnica que te enseñaré más tarde, ahora comencemos con el Henge no Jutsu. Deberás adoptar mi imagen, y mantener constantemente la emisión de chakra. Deberás realizar los sellos del perro, jabalí y cabra para poder hacerlo.

Kasumimaru entendió a la perfección lo que debía hacer. Realizó los dos primeros sellos bien, pero el tercer lo hizo mal, así que reintentó. Esta vez lo sellos le salieron a la perfección, y logró hacer una copia del sensei. La mantuvo unos segundos y luego su cuerpo fue cubierto por una explosión y seguido de esta se mostró su verdadero cuerpo.

Lo lograste, te felicito. Ahora intentaremos otro, el Kawarimi no Jutsu permite cambiar tu cuerpo por un objeto o persona rápidamente, para ello tendrás que hacer sólo el sello del tigre.

Kasumimaru entendió a la perfección. Se encontraba muy emocionado por haber aprendido el Henge no Jutsu y ahora aprendería uno bastanteinteresante, así que tendría que concentrarse.

[Luego hago otro post con el entrenamiento del Kawarimi]

Kasumimaru tenía ya una nueva tarea, lograr el Kawarimi No Jutsu, que consistía en cambiar su cuerpo por un objeto, intercambiando la posición. No parecía difícil, además constaba de sólo un sello, el del tigre. Fuuma comenzó a concentrarse, pero una voz lo interrumpió, su sensei.

Deberás hacerlo a la primera vez, a menos que quieras que te lastime con el kunai.

Dijo con un tono cortante, y rostro serio. El profesor llevó su siniestra a su bolsillo del lado de la rodilla y de allí retiró un kunai, característico en los ninjas. Llevó su mano, portadora del arma sobre el hombro diestro y luego lo arrojó rápidamente. Hyuuga estaba en una situación complicada, además ahora debería hacerlo rápido. Se concentró y realizó el sello del tigre. Decidió cambiar su cuerpo por un escritorio cercano a la escena. El arma golpeó a el ninja que luego desapareció dejando ver que realmente le había pegado a un mueble. El verdadero Kasumimaru se encontraba en diagonal a su sensei, sentado en el piso aguardando más instrucciones.

Vaya lo lograste, muy bien hecho. Igual ese kunai no tiene un filo muy bueno, así que no te hubiese pasado nada realmente.

El rostro del profesor se mantuvo pensativo durante unos minutos, mostrando un porte algo preocupado tal vez...no era más otra cosa que eso, mas era indescifrable. Este decidió retomar el habla.

Kasumimaru, como sabes eres un muy buen alumno, y me pregunto si quieres aprender una técnica mejor que estas y que las de tus compañeros.

El rostro de el shinobi cambió su expresión instantáneamente. Se encontraba emocionado y feliz, verdaderamente tenía ganas de aprender otra técnica más, ya que aún le quedaba bastante chakra.

Claro sensei.

La técnica que te voy a enseñar se llama Hassha-tai no Kaze Kaiten Suru. Lo que debes hacer es concentrar chakra en los pulmones, tomar aire, y luego exhalarlo y lanzar un proyectil de aire muy potente para dañar al enemigo.

Este técnica parecía más difícil que las anteriores, ciertamente. Decidió comenzar, juntó chakra en sus pulmones y tomo aire, luego lo exhaló, pero no pasó nada, absolutamente nada.

Debes concentrar mejor el chakra. Dijo el sensei.

[Luego continuo con el entrenamiento del Hassha-tai no Kaze Kaiten Suru]

Kasumimaru tenía que concentrar más el chakra en sus pulmones, pues era la fuente principal para el éxito de la técnica. Nuevamente intentó hacerlo, concentró chakra, inhaló hondamente y luego exhaló, esta vez el proyectil había sido algo más fuerte, pero no era mucho, podía ser más fuerte.

¡Tú puedes!

Lo alentó su sensei. A esto el ninja sonrió y volvió a concentrarse. Comenzó a incrementar su chakra y lo concentró en sus pulmones, tomó aire y lo exhaló, pudiendo realizar la técnica. El proyectil hizo que varios escritorios salieran volando, pero eso no importaba ahora, sino que lo que importaba era que había aprendido otra técnica. Su sensei comenzó a aplaudirle en señal de aprobación, felicitándole.

Lo lograste, estas listo para hacer el examen de gennin

¿Usted lo cree?

Claro que sí.