Desierto Rojo: ¡En busca del mapache llamado Shukaku!

Clon: Comprendo ~ , es totalmente entendible, muy bien, pues entonces te hablaré sobre tal acuerdo - El tono de voz denotaba total seriedad.

Clon: Todos aquí sabemos que sería una molestia comenzar una enemistad, y quien sabe, tal suceso podría culminar en una Guerra. Debemos pensar en los integrantes de nuestra aldea, y en ningun caso una guerra sería buena para ellos. Te propongo un trato, déjanos enfrentarnos al Shukkaku e intentar capturarlo y nosotros les brindaremos apoyo cualquiera sea el caso, es decir, una especie de Alianza momentánea si posible llamarlo así. - Sonreí mientras mi mirada continuaba seria - ¿Que te parece?

Escuchaba mientras en mi chaqueta buscaba una carta se la entrege sin mas rodeos al clon del tipo de las burbujas, me alege de el dandole la espalda y voltee a hablarle.

En el momento que los necesite,ardera esta carta revelando mi posicion tambien, una de las creaciones curiosas que tenemos en Kirigakure y ustedes acudiran al llamado.. al rato volvere a retirar su cuerpos muertos, despues de todo la basura seguira siendo basura..

Corria de vuelta en direccion a Kiri~

El clon miró y escuchó con atención la reacción del Sujeto en cuanto a mi propuesta, al parecer había aceptado ~
Luego de verlo entregarle aquella extraña carta a Utakata y de salir corriendo para alejarse del lugar, el clon dijo

- Clon: Utakata, volvamos, es hora de ir por el Shukkaku ~

El clon se da media vuelta y comienza a correr de vuelta a hacia donde nos encontrabamos Utakata, Pakkun y yo.

El Hokage había logrado llegar a un acuerdo, ahora solo restaba.. encontrar aquella bestia. El arrogante sujeto le entregó a mi clon una carta para ser usada en el momento de que él solicite nuestra ayuda, luego mi clon escuchó al clon de Yami y acató sus indicaciones.
Mi clon se transformó en una burbuja, la cual en su interior poseía la carta, esta burbuja se movió junto al clon de Yami.
Cuando por fin los clones llegaron a donde nos encontrábamos yo tomé aquella carta y la guardé en mi al interior de mi Kimono.

- Me haré cargo de esto, y le daré aviso de cuando esta carta se activa Hokage-sama - Sonreí y posteriormente, comenzamos a avanzar.

- Hacia donde debemos dirigirnos ahora? - El estar detenidos durante el asunto del acuerdo nos ayudó a recuperar energías para lo que sería, una posible batalla descomunal.

Los clones llegaron hasta nuestra posición, al instante disolví el mio para no desperdiciar chakra, lo necesitaría para lo que se nos abescinaba.

- Cuida esa carta con tu vida, es de suma importancia, dimos nuestra palabra como aldea - Dije serio.
- Muy bien, no podemos perder tiempo, debemos aprovechar que el calor ha cesado y que tenemos la ventaja, manos a la obra.. Pakkun, porfavor.. Guianos.

Pakkun: Entendido ! Snif.. Snif.. - Se detuvo unos segundos para rastrear un potente Olor - Por aquí ! adelante !

Comenzamos a avanzar a paso firme, dispuestos a encontrar aquel demonio de una Cola a toda costa, según en las especificaciones estipuladas en el pergamino que detallaba la misión, el Shukkaku asemejaba a un mapache gigante lleno de lo que parecían tatuajes.

- Una bestia tan grande en un terreno despejado, nos fascilita todo.

Pakkun ya había localizado el Olor, solo era cosa de tiempo para que nos encontráramos con aquella bestia, yo continuaba con mi Domo, ya que este consumía un mínimo de chakra.
- ( Esto será intenso.. debo dar todo de mí ) -

Pasó lo que sería una hora y pico de caminata, cuando de pronto el viento se volvió mas agresivo, yo activé mi Rinnegan al instante y fué ahí cuando noté la presencia de un gigantesco chakra.

- Hokage-sama, usted tiene el Sharingan, de seguro nota lo mismo que yo... (Ese chakra.. ) - Estábamos cerca, quizás más de lo que pensábamos

- Si.. claro que lo noto.

Había pasado un buen rato, cuando de pronto, el viento aumenta su potencia de manera abrupta y gracias a mi Sharingan veo fácilmente la prescencia de una enorme masa de chakra.

- Está aquí, esto ya va a comenzar, Utakata, quiero que estes muy atento.. no me decepciones -

Pakkun: Snif.. Snif.. El olor, está muy cerca, y sigue acercandose hacia nosotros, debemos estar preparados.

De pronto, las ventiscas agresivas cesaron.. era como si alguien o algo las controlara, seguramente era el Shukkaku. Mi teoría se confirmó cuando a lo lejos noto brillar dos grandes ojos. Era hora de la Batalla.

Shukkaku de la arena, MUESTRATE! - Dije imponiendo autoridad

- Hokage-Sama.. creame no me permitiré fallar ni decepcionarlo. - Dije con un tono decidido mientras miraba aquellos dos grandes Ojos que se veían a la distancia, yo comencé a prepararme, mordí la yema de mi pulgar izquierdo, realicé una posición de manos y dije en voz baja - Kuchiyose No Jutsu.. - Al instante el primer cuerpo perteneciente al camino animal ''Ichi Karada'' apareció. Este realizó sellos y posteriormente puso sus manos en el piso, al instante 2 cien pies gigantes aparecieron tras el Domo, estas criaturas dieron un salto para introducirse de cabeza en la arena para salir en el momento que fuera oportuno.

- Estoy preparado Hokage-sama. - Dije mientras sostenía el soplete con mi mano izquierda a centímetros de mi boca.

Spoiler:

Escuché una arrogante risa, era una voz profunda, demoniaca, de verdad era un demonio.. si este era el más débil.. con tal chakra, como serían los demás. Una lluvia de Shurikens de arena se nos acerco rápidamente, pero el Domo de Utakata fué suficiente para repeler tal ataque y enviárselo de vuelta.

- Shukkaku de la Arena, es hora de que termines con tu reinado de terror en estas tierras, y de eso, NOS ESCARGAREMOS ! -

De pronto un temblor se sintió, y gracias a mi sharingan pude ver que el shukkaku había saltado.

- Sigan mis pasos ! - Corrí de manera exageradamente veloz alejándome de tal posición, de todas maneras una onda de viento fue la secuela del salto del Shukaku, una vez más, el domo fue de utilidad..

La arena se elevo, pero para Shinobis como nostros, no nos impidió la visión, ya que poseíamos Doujutsus capaces de ver el Chakra.
Pakkun seguía todas mis indicaciones.

- Es hora de probar que tan rudo es este demonio. - Realicé una serie de sellos y posteriormente me agaché poniendo las manos en el piso. - Kanningu Daichi ! - Había marcado como blanco, la zona bajo el Shukkaku, de seguro teníamos la ventaja.. ya que su viento solo potenciaría el fuego de mi trampa incineradora. Una explosión inmensa de enormes llamaradas surge de abajo del Shukaku, la bestia al parecer no poseía gran agilidad física, pero si en Ninjutsu, eso podría servir dificultandole esquivar aquella técnica.

Spoiler:

Mi domo había servido contra sus Shurikens de arena, pero con mi Rinnegan pude ver como una masa de chakra se elevó. De inmediato seguí las instrucciones del Hokage y corrí velozmente sosteniendo el domo de protección, de esa manera logramos esquivar la caida del demonio y gracias a mi domo.. la posterior ventisca. La arena estaba muy presente, pero podía ver claramente el movimiento del chakra.

- Que poder.. - Dije sorprendido, pero posteriormente, abrí una abertura pequeña en mi domo, para sacar mi soplete y lanzar una enorme cantidad de burbujas las cuales detonarian en grandes explosiones cuando yo las activara al momento de estar cerca de Shukaku. Posteriormente, hice salir a el Ichi Karada del domo, para que este pudiera aportar en la batalla este comenzó a realizar sellos para luego poner las manos en el piso, al instante un Ave gigante y un Camaleon con cola de serpiente aparecen, estos. Estaban listos para la batalla, el ave toma posición desde el cielo y el Ichi Karada se introdujo en el camaleón para luego volverse invisible y buscar una buena posición. Una vez hecho esto, el domo se cerró nuevamente.

Spoiler:

Una vez que noté gracias a mi Rinnegan que los ataques habían dado haciendo que el Shukkaku cayera bastante dañado, al instante hice que los dos Cien pies gigantes que había escondido en el subsuelo con anterioridad, salieran rodeando al Shukkaku para enroscarse en este inhibiendo su movilidad. El pájaro gigante fue a una velocidad exagerada contra el Shukkaku para comenzar a producirle mucho daño con sus garras y pico. Posteriormente, el Ichi Karada apareció sobre uno de los cien pies, esté salio del camaleón para que la bestia pudiera utilizar su lengua para inmovilizar las piernas del Ichibi mientras el cuerpo del camino animal invocaba a una gama impresionante de 5 bestias gigantes más, un crustáceo gigante el cual con sus tenazas se encargó de inmovilizar los brazos del Shukkaku, Un perro gigante de múltiples cabezas el cual mordía en distintos lugares el cuello del Shukkaku y sujetaba su cuerpo con sus garras, Un panda gigante mediante sus poderosas garras tomaba con todas sus fuerzas el cuerpo del Shukkaku mientras a la vez lo mordía, un carnero con monstruosos cuernos y un rinoceronte eran las dos bestias restantes, estas presionaban con sus cuernos y poderosos cuerpos contra el Shukkaku, fue así como se concretó la inmovilización total.

- Hokage-Sama, ya esta inmovilizado, termínelo porfavor. - Dije jadeante, ya estaba un tanto agotado, había gastado una gran porción de chakra, pero al menos, la inmovilidad era segura.

Mi ataque había resultado, el daño que le produjo mi técnica, sumado a las explosiones de Utakata nos daría el tiempo para inmovilizar a la Bestia, asunto del cual las múltiples invocaciones de Utakata se encargaron. El trabajo restante me correspondía, estabamos contra el tiempo ya que la bestia comenzaba a regenerarse lentamente.

- Pakkun: Mi trabajo aqui ya termino, no sería más que una molestia si me quedo. - Pakkun junto sus patas delanteras y desapareció tras una nube de humo.

- Muy bien, ahora acabaremos con esto. - Salí del domo y mediante el Shunshin aparecí justo en la nariz del Shukkaku, mirandolo a los ojos directamente con mi Sharingan, posteriormente hice fluir hacia el exterior de mi cuerpo parte de mi chakra para así decir - Esto se acabó.. - Dije con total autoridad - Jubaku Satsu no Jutsu.. - El Genjutsu debía envolver al Shukaku en la total parálisis mientras yo realizaba el movimiento definitivo. Me mordí la yema de mi dedo pulgar, realizé sellos y posteriormente apareció un gran pergamino, el cual poseía mi altura, yo al instante lo lanzé al aire haciendo que se abriera para luego tomarlo y que este cayera sobre los ojos del Shukaku, de esa manera, puse mis manos sobre aquel pergamino de Sellado y la técnica se comenzó a activar, de mis manos comenzó a salir lo que parecía humo, un intenso calor se sentía, era el chakra y energía del Ichibi los cuales comenzaban a sellarse.

- No hay menra de resistirse Ichibi no Shukkaku, esto acabó, en el nombre de Konoha! - Mis manos comenzaron a sufrir el dolor del calor, pero el sellado había comenzado y el Shukkaku no podía impedirlo.

- Utakata, conecta tu chakra con el pergamino, esta es la única manera de mantener a un Bijuu controlado, esta bestia deberá ir en tu interior, entiéndelo, no puedes negarte son órdenes. -

Estaba cansado, exhausto, jadeante, pero de todas maneras observaba los movimientos de Yami con total atención.

- ( Impresionante.. ) - Dije anonadado por la total decisión en los movimientos del Hokage, posteriormente noto como comienza con lo que sería un sellado, aún no entendía muy bien cual era el fin de todo eso, pero bien solo me limité a escuchar las palabras del Hokage.

- Sellarlo... ? En mi interior ? - Un pequeño escalofrío me estremeció, una extrana combinación entre nervios y adrenalina, solo de algo estaba seguro, cumpliría con las órdenes del Hokage.

- Entendido ! - Dije decidido mientras deshacía el domo para obtener algo más de chakra y enviarlo hasta aquel sello en el pergamino, una vez que mi chakra hizo contacto, este me llevo de manera inmediata hasta donde se encontraba el Hokage poco una energía inmensa entraba por mi estómago formando unas especies de escritura, aquel proceso me producía un dolor inmenso comparable con la apuñalada de 1000 dagas a la vez. Debía ser fuerte y resistir.

Podía observar como poco a poco la magnitud del Shukkaku disminuía, su cuerpo se volvía chakra y este, a través del sello hecho por Yami, se introducía en mí. Ya no había vuelta atrás, habíamos vencido..

- AAAAHGGGS... - Decía adolorido.

El sello había avanzado de manera veloz, los primeros minutos el Shukkaku gritaba enfurecido haciendole honor a su denominación de Demonio, pero al cabo de un rato la fuerza de esta bestia se vió tan reducida que le era imposible hablar.

- Porfin.. ha acabado todo esto - Dije cuando por fin el sello se había completado, al sacar mis manos del pergamino salió una especie de vapo, estaba exhausto, esa técnica me había desgastado, pero no podiamos descansar, nada nos aseguraba que algún Shinobi enemigo pudiera aparecer con malas intenciones, a si que me puse de pie y dije.

- Utakata, te quedan fuerzas como para caminar? debemos partir de inmediato - Luego hice desaparecer el pergamino tras una nube de humo.

El sello se había completado luego de una incesante lucha del Shukkaku, una marca había quedado en mi abdomen, este me ardía, pero si deshacía todas las técnicas que mantenía activadas, podría tener las energías necesarias como para el camino de regreso a la aldea. A si que junte mis manos e hice desapareces a el Ichi Karada y todas las invocaciones. Posteriormente me comenzaba a poner de pies..

- Si Hokage-sama, puedo caminar, andando.. - De pronto sentí un extraño ardor en mi interior, podía sentir aquel poderoso chakra dentro de mi, al ver la arena sentí cierta unión inmediata con esta.. como si pudiera comunicarme con ella, era una sensación bastante extraña.

Cuando ya comenzamos a caminar cuando de pronto sentí una leve jaqueca y posteriormente escuché una voz.

- Hahaha.. ¿No te vas a presentar mocoso? que poco cordial.. hahaha -

Una voz gruesa, diabólica y burlesca pude escuchar en mi interior, supuse que era el Shukkaku, pero por ahora, esperaría llegar a la aldea para intentar comunicarme con el demonio.

Utakata ya estaba listo, a si que comenzamos a caminar con dirección a la aldea de Konoha.

- Ya quiero volver.. - Suspiré un tanto cansado.

Al cabo de unas horas de caminata ya habíamos llegado a la salida del Desierto, por lo menos el camino que quedaría, sería un tanto más liviano, ya que no eran condiciones ambientales extremas, a si que salimos caminando del Desierto Rojo, estaba conforme, había cumplido con la misión de manera exitosa.