Batalla: Aka Kayuma v/s Koboro Kugutsu

Caminando por el extenso campo nevado iba moviéndose un joven de 12 años, en su espalda llevaba una mochila y en su frente un protector con el símbolo de Suna grabado, estaba amarrado con un trozo de tela. El frío era impresionante, pero el estaba acostumbrado a las bajas temperaturas que en el desierto se sentían en las noches.

Iba sin prisas pero estaba con expectativa, esto se debía a que se encontraba fuera de su Aldea natal; pero reflejaba absoluta calma como si, ni el intenso frío, ni la nieve, que dificultaba sus movimientos al caminar, le afectaran en lo más mínimo, ni tampoco la inseguridad que para un niño de su corta edad representaba encontrarse fuera de los muros protectores de una Aldea Oculta.

Pese a la relajación y calma que ostentaba, era un ninja y estaba totalmente alerta al menor ruido, olor, o cambio en el viento que indicase presencia de alguien a parte de él. Sería una interesante oportunidad para probar su avance como shinobi.

Además de que su ropa habitual era ahora más abrigada, encima llevaba una capa de color blanco, así le sería más fácil camuflarse en la nieve. Sin embargo al parecer alguien más poderoso había logrado detectarlo. Una pared de hielo en apariencia cayó de repente causando un gran estruendo y movimiento de la nieve. Esto obligo al joven Genin saltar a un árbol cercano.

Su alerta había aumentado y entonces le escuchó. Al parecer quería retarle a un duelo de entrenamiento, de forma urgente buscaba alguna señal de identificación por parte del otro. No quería verse envuelto en un conflicto internacional o algo así. Aunque morir él, para Suna le representaría un alivio y se alegrarían con la noticia. Si en cambio moría el otro, no dudarían en entregarle para ser objeto de la venganza de a quienes perteneciese ese individuo que apareció detrás del hielo.

-Supongo que no tengo de otra...-

Contestó mientras permanecía en el árbol evaluando sus posibilidades. No era un sujeto ordinario si le habían permitido salir de su Aldea Oculta, si a Aka le permitían era porque esperaban que muriese y que fuese lejos de la aldea, sería Chunin cuando menos. Tendría que medir con sumo cuidado cada uno de sus movimientos.

-Espero que ataque usted primero... Ninja de...-

Comentó esperando que recibiese alguna información sobre el sujeto extraño que le había retado luego de aparecer detrás de una cortina de hielo, que de seguro el mismo sujeto había destruido.