Misión Rango D: Lluvia de odio

Yo iba caminando por las calles de Iwa para cumplir mi misión, se trataba de calmar a unos chicos escandalosos que se peleaban todo el tiempo...(Uff voy a tener que ser la niñera de dos hincha pelotas enanos)... Pensé, la verdad que yo no era de los que le tenían paciencia a los niños no siento que sean tiernos como muchos otros piensan pero eso me daba la ventaja de poder gritarles y asustarlos tanto como yo quiera. Iba a poner a esos pendejos en su lugar.

Los encontré por ahí en las calles de la aldea. Los dos eran idénticos. Rubios de ojos celestes, los dos bastante petizos, con los pelos bien despeinados y de puntas, un peinado que demostraba su rebeldía, los dos tenían una estatura bastante corta que los caracterizaba como niños. Lo único en lo que se diferenciaban era en la remera. Uno tenia una remera roja y el otro una verde, después los dos tenían unos pantalones cortos azules.

Los dos tenian una mano izquierda agarrando el cuello del otro y la mano derecha cerrada y dándole puñetazos a los dientes de su gemelo...-La kunai es mía-...Dijo el de la remera roja....-No, es mía-....Le respondio el de la remera verde...(Son peor de lo que imagine O____O).... Pensé.

Lo mas rapido que pude salte hacia el medio de donde estaban los chicos, interpooniendome entre sus golpes y agarre a cada uno de la cabeza y los empuje un poco hacia atras...-Dejen de hacer eso o se van a matar-...Dije en un tono bastantee serio con un toque de enojo. Mi cara se veia enojada e irritada, todo para darles algo de miedo a los pendejos.

-¡Pero el Kunai es mio!-...Grito el de verde...-¡Que no!¡ Es mio, mio y de nadie mas!-... Rujió el de rojo.

Yo saque un Kunai de mi bolsillo y se los mostré a los niños...-Les regalo este así tienen uno para cada uno-...Les ofrecí a los chicos...-¡No, ese es especial!-... Me respondieron los dos al mismo tiempo...-Pero que boludeses dicen ustedes dos se ve que son inexpertos en el mundo ninja. El kunai que yo les ofrezco tiene poderes especiales-...Les mentí.

Los dos comenzaron a ver mi kunai con los ojos bien abiertos y con una cara que hacia que se note que tenían ganas de poseerlo. Los dos me empezaron a agarrar de la ropa y a sacudirme...-¡Por favor dámelo a mi!-...Chillaban los dos.

- ¡Basta!-... Les grite fuertemente con una cara llena de enfado que hizo que los dos se retrocedan lentamente.

Ahora se estaban peleando por mi Kunai eran unos chicos realmente complicados y eso me desesperaba.

Saque otro kunai de mi bolsillo y se lo mostré a los dos demonios enanos…-Miren, tengo dos kunais con poderes. Les doy uno a cada uno y se dejan de pelear ¿okay?-…Les dije bastante serio a los chicos pero bajando el nivel de enojo.

-¡Pero a mi dame el mas poderoso!-…Pidió a gritos el de rojo…-¡No!, ¡no! ¡Yo quiero el que destruya mas enemigos!-…Dijo el de verde…-Los poderes de los kunais mágicos dependen de su portador y cuanto los entrene-…Les dije a los dos. La verdad que se estaban tragando toda esa mentira de “los kunais mágicos”.

Les di un kunai a cada uno. Hasta ahí pensé que ya me había librado de los dos pero…-¿y como hacemos para entrenarlos?-…Me pregunto el de verde.


Ahora tendría que inventarles una forma de entrenar sus armas. La verdad que ya me estaba irritando mucho con estos dos, quería sacármelos de encima pero ¡ya!

Me puse a pensar en una manera “mágica” de entrenar los kunais supuestamente mágicos pero no se me ocurría nada de nada, no era un tipo con imaginación. Jamas pensé que el mundo ninja me traiga a una situación como esta teniendo que pensar en juegos de niños para poder calmar a dos pendejos locos …(¿Sabrán que soy un ninja o me vieron cara de niñero?)…Pensaba en ese momento.

Decidí pensar en los mangas shonens que suelen leer los jóvenes y me vino una gran idea a la cabeza.
...-Bueno para poder entrenar a los todo poderosos kunais tienen que sentarse así-…Dije para después sentarme como un indio…-Y después apoyen su arma sobre sus patas-…Les explique mientras sacaba mi espada negra y hacia exactamente lo que acababa de explicar…-Ahora quiero que cierren los ojos y traten de entrar en su mundo interior y ahí verán el alma de su kunai. Al principio no lo podrán lograr. Va a ser un entrenamiento que van a tener que hacer todos los días hasta lograrlo.-... Les dije.

Los chicos “entrenaron” todo el día para hacer lo mismo al día siguiente y al siguiente. Ahora estaban mucho más tranquilos, había logrado cumplir mi misión.